martes, 8 de febrero de 2011

latinoamericanizado.

desde antes del viaje, eh? desde antes de entrar en lo más nuestro y a la vez, de lo que más nos queremos alejar a través de esa mirada frívola europeizada. Pero no. A veces podemos escaparnos de esas gafas oscuras que reflejan la Torre Pisa, Eiffel y el Big Ben. A veces podemos evitar el falso destello del Coliseo, Aruba y el Moulin Rouge. Cuando más o menos hacemos eso, nos enfocamos no precisamente ni en Buenos Aires, ni Lima, ni incluso Cuzco; miremos mejor las Ruinas de los antepasados, lo arruinados que muchos con gafas están hoy en día, algunas des-costumbres que parecen salidas de libros sobre la barbarie. Sí, en estos últimos encontré la Latinoamérica que hoy utopizo mirando un "más allá" paradisíaco que no incluye ni grandes edificios, ni mega estructuras, ni autopistas quíntuple vía: tan sólo me imagino una latinoamérica unida a través de lazos latinoamericanos de hermandad, contagiar este (aunque sea) mínimo interés, fervor o como se le quiera llamar. Ya no pienso en Hollywood, las verdaderas historias atrapan aún más. A lo sumo un cine parisino a modo de resistencia de la industria feroz. O ni siquiera. Tan solo cercanía del país que fuera. Una resistencia de otra. Constante.

Por eso ahora, un nuevo video+audio de fondo, a modo de cortina para leer estas sencillas palabras.

1 comentario:

Con Edulcorante y Al revés dijo...

Ay ay ay Facundo, Facundo..
Asi se resume tu viaje, no? :)
Hay gente que sueña con cruzar el charco con ese idealismo europeo que no tiene ni base ni destino..

Antes hay que conocer las fronteras, lo propio, lo nuestro.. esos lugares donde se comparten idioma y donde son más nuestros auqe ajenos.

La argentina siempre fue muy europea, siempre tuvo poco amor propio..

Sabías que tengo una remera con esa foto? :)