domingo, 4 de julio de 2010

Nuestras Revoluciones

Ella lo decidó. Fue en búsqueda de lo que le pertenecía: la urbe, el mundo. Él fue a alcanzarla, ahí en la estación: él y su discurso médico. Discuten sus puntos de vista (sus vistas desde sus respectivos puntos). Él gana atrapándola mediante supuestas negociaciones que sólo llevarán a mantener todo igual, a un fatal desenlace, en el que ella deberá enfrentarse a lo más propio, inevitable e incontrolable de uno. Pero dominará la situación, lo hará por más que deba pagarlo con su vida. Sólo las frías aguas se encargarán de depositarla en su último destino. La revolución, Su revolución no le fue gratuita. ¿Acaso alguna lo es? ¿Cuál es el costo?

Desconozco el motivo de este análisis cuasi relator de partido de fútbol. Es la necesidad, la demanda de Las Horas. Porque simplemente todo se relaciona con esta maravilla del séptimo arte. No hay mucho más para decir, película más que recomendada, y nada más.

Mi blog está musicalizado.

1 comentario:

los pensadores dijo...

Buen relato...espero verte por nuestro blog, desde ya muchas gracias un fuerte abrazo...