sábado, 25 de julio de 2009

¿Alguna vez estuviste tanto tiempo frente al espejo como para desconocerte? Es más fácil e interesante de lo que parece.
Pasos: estando frente al espejo, escuchando nada más que el silencio o una música bien tranquila, simplemente mirate. Concentrate en los ojos, las pupilas, retina, esa parte en especial. Fijate profundamente tu color ocular, abstraete del resto de tu físico (ni siquiera las pestañas deben incluirse en la imagen visual). Una vez así, quedate el tiempo que sea necesario (c/n), y desde ahí, fijate quien sos.
Os juro que es genial. Y queda garantizado que, de respetar los pasos a conciencia, se cumple. Es rarísimo darse cuenta que en equis cantidad de años de cada uno, nunca lo hacemos. Desde afuera nos vemos diferente, nos miramos diferente, nos vivimos diferente. Es una de las experiencias más extrañas que descubrí conmigo frente a, nada más ni nada menos, un espejo.

1 comentario:

Pia Barrantes dijo...

lo hice varias veces...
muchas veces...
terminop asustandome de mi mirada que no es mia
y luego vuelvo a encontrarme..reconociendo "aquel brillo particular en esos ojos negros"


un placer compartir experiencias..
colega